sábado, 3 de abril de 2010

Alma Ardiendo

Siento un extraño éxtasis. Mis palabras no bastan para describir lo que en estos momentos forma parte de mí. Mi corazón palpita a ritmo vertiginoso, bombeando adrenalina a través de todos mis vasos; mis miembros, adormecidos, parecen atesorar fuerzas para lo que se avecina.

Y esto, ¿qué es?

¿Alguna vez habéis sentido que estáis perdiendo algo mientras tu aliento se vuelve cada vez más agitado y mientras vuestras palabras mueren ocultas tras vuestros labios?

Algo así me sucede. No sé por qué, ignoro totalmente la causa, pero siento que a cada instante transcurrido se me escapan los hálitos de vida. Mi mente se sume en la inconsciencia y es mi cuerpo quién va tomando el control. Cada vez me quedan menos ganas de luchar, y de resistirme a que sea él quien tome las decisiones.

Mi alma está en llamas y nadie parece preocuparse. Por contra, del ambiente soplan fuertes vientos de secano que avivan aún más el fuego y esparcen la negra humareda. Mi propio espíritu se carboniza ante mis ojos y yo prefiero apartar la vista antes que seguir defendiéndolo.

Así pues, se puede ver claro. Ya no sé quién soy. Mis pensamientos se difunden y mi yo interno parece estar cada vez más muerto. Ya no existo. Ya no soy una persona real. Sólo soy lo que otros quieren que sea.

1 comentario:

  1. La realidad es que me ha llegado... me alegro de que hayas vuelto a publicar.

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Confiesa... xD